Todos los meses del año son especiales, y si tuviéramos que quedarnos con los más representativos de “nuestros deseos” ¿cuáles serían?

Los meses navideños están llenos de ideas, proyecciones, reflexiones internas o compartidas que nos inundan la mente con hipótesis que de cumplirse o no podemos  acogerlas como éxitos o fracasos…

Tener una mejor salud, mejor físico, mejor situación laboral, mejor relación de pareja o al fin encontrarla…suelen ser ejemplos que están en el “top deseos” en estas fechas, pero ¿hasta que punto intentamos alcanzarlos de verdad?

Entre roscón y roscón, pensamos en apuntarnos al gimnasio, en los días no laborables pensamos cambiar de aires en el trabajo, en los viajes de vacaciones pensamos en redescubrir el amor… y seguimos pensando y planeando cosas que nos puedan dar solución a situaciones que nos incomodan…

Cubrir expediente con los pensamientos es alimento insaciable para crearnos esas expectativas que la gran mayoría de veces suelen traducirse en meras tentativas, ya que no aplicamos un plan de verdad, un plan sostenible que nos haga llegar hasta lo que realmente queremos.

Consecuencias: frustaciones, vacíos, quemazones e incluso enfermedades frente a algo que solitos hemos construído exclusivamente en nuestra mente, sin hacer prácticamente nada fuera de ella, en nuestro día para ir hacia nuestras metas.

Nos sentimos fracasad@s al poner en la expectativa el poder y nos identificamos con ella hasta tal punto que perdemos nuestra identidad, intentamos dar nuestras primeras pisadas(si es que empezamos a caminar) y lo dejamos ante la primera piedra que se nos ponga en el camino… ¿entonces realmente cuánto queremos lo que queremos si abandonamos a la primera o ni siquiera lo intentamos?

Queremos transformar todo lo anterior por cuidarnos más, ser más fuertes mentalmente, sentir alegrías, realizaciones, nuevas energías y sin embargo seguimos haciendo lo de siempre…obteniendo iguales resultados ¿qué tenemos dentro que podemos sacar con coraje sí o sí para llegar a nuestras metas?

¿Qué nos gustaría enseñar al mundo y que el mundo aún no conoce? 

Somos jugador@s de “la vida” dentro de un tablero que no hemos creado, que tiene sus propias normas, las circunstancias que nos rodean son partícipes también del juego y muchas veces no podemos controlarlas.

Teniendo presentes a las circunstancias como compañeras del juego, tenemos delante un mundo de posibilidades cada día donde movernos, y si queremos de verdad algo, ¡¡demostrémoslo!! para nosotr@s y también para los demás. ¿Qué acciones emprenderemos para sostenerlo en el tiempo?

Compartamos esos nuevos propósitos, esas nuevas acciones con el resto, demostremos quienes somos de verdad, más que quienes queramos ser, y entonces empezarán a pasar cosas y detalles, todos para celebrar, silencios, distancias, sonrisas, miradas, causalidades…feliz año y felices frutos de vida.

https://www.youtube.com/watch?v=0drSvkmk_vg ( "Como si fueras a morir mañana" Leiva, directo WiZink Center Madrid 30.12.21)