Todos llevamos un líder dentro, nuestro potencial está en continuo desarrollo desde que nacemos, y depende exclusivamente de nosotros alimentarlo.

El líder ya está en nosotros, debemos asumir la responsabilidad de descubrirlo, despertarlo, potenciarlo o maximizarlo pero por favor no renunciemos a él, ya que estaríamos renunciando a lo que ya somos.

Si no te sientes líder...¿qué es lo que hace que no lo sientas? ¿Cuales serían tus fortalezas para llegar a sentirlo? ¿Cómo te afecta? ¿Y a tu entorno? ¿Qué harías para serlo?

Si te sientes líder… ¿para quién eres líder? ¿De qué manera lo estás haciendo? ¿Cómo lo harías para que otros también lo sintieran?

En el primero de los casos el enemigo son las creencias, inseguridades, bloqueos, voces saboteadoras…y todo lo que justifique no ponernos en una ecuación que casualmente es la nuestra.

En el segundo el principal es el ego, ese personaje que muchas veces secuestra nuestra vida, haciéndonos creer que somos él y haciéndonos sentir culpables cuando no llega el resultado que es con lo que realmente se siente identificado.

En ambos casos la principal aliada es nuestra UNICIDAD, aquello que nos hace grandes, todos la tenemos dentro y necesitamos liberarla para liderar, mostrar y compartir a los demás que somos grandes.

Precisamente mostrarnos tal y como somos, desde nuestra esencia, con nuestros límites y talentos, es lo que nos hace ser humildes, es necesario reconocer nuestra vulnerabilidad, pero no ha de sentirse como un hándicap que nos lastre en nuestras relaciones y que pueda ir asociado a debilidad.

La mejor manera para crecer es mostrando nuestra vulnerabilidad, ya que sólo desde aquí el crecimiento es puro y sostenible, brindamos muchas posibilidades a nuestro entorno, le regalamos la posibilidad de que nos pueda ayudar y nos permitimos poder aprender de él.

¿En qué medida muestras tu vulnerabilidad?

https://www.youtube.com/watch?v=iujWYmH9mbM  ("Tal vez lo que te hace grande" Vetusta Morla- Set Acústico- Concierto Cable).