Skip to main content
Blog

Abrazar la incertidumbre

1-Despierta un nuevo día y la agenda está llena de cosas por hacer (¿por suerte?).

2-Tengo mucha tarea sobre la mesa y en realidad, estoy hasta arriba…

3-Todos los fines de semana repletos de planes hasta final de año, wow!!

Estas y otras reflexiones parecen sinónimos de estabilidad, aunque cuestionables si las medimos con un único parámetro: ¿alguna persona sobre la faz de la tierra sabe con rotunda seguridad lo que va a pasar dentro de unas horas?

abrazar_time-gc9312a9cd_1280.jpg

La respuesta la sabemos todos, entonces la pregunta más profunda es ¿cuándo aplicamos esa sabiduría?

Nos movemos continuamente en contextos que nos aportan “sucedáneos de seguridad” llámense planes creados por nuestra mente para hacernos sentir “bien”.

Nosotros nos convertimos en sus ejecutores pensando que esa estabilidad, placer, ocio planificados nos van a llevar a satisfacer nuestras necesidades, lo que pasa es que con el tiempo se nos olvida “conquistar la vida”.

Poco a poco vamos formando un círculo concéntrico de actividades rellenando espacios de tiempo, huecos “disponibles”, dando fruto a un check list de experiencias muchas veces ilusorias que pretender ocupar (y a veces ocultar) un vacío de realidad que no queremos ver.

charcos_abrazar.jpg

Nos agarramos con uñas y dientes a lo que ya tenemos, para conservarlo, para que no cambie, para seguir con esa “seguridad”… nos metemos solitos una presión añadida que no nos merecemos, que no nos corresponde, ya que nada de eso es real!!

Todos estamos capacitados para regular nuestra presión, sabiendo que lo de hoy puede cambiar mañana, adaptándonos de manera flexible y natural a los hechos.

De nuestra interpretación depende una visión u otra de una realidad que viene ya con las cartas marcadas.

Cuanto antes seamos conscientes de ello menos presión añadida sentiremos, y la que verdaderamente nos corresponde la manejaremos a favor, siendo nuestra aliada como motor para la acción.

abrazar1hands-g61a2e8d0f_1280.jpg

Refrescando al existencialismo, permitámonos vivir, enamorémonos de la vida, adentrémonos de una vez en sus bondades con la actitud de prueba y error, volvamos a pisar charcos (nada mejor que dar un paso equivocado para saber donde pisar la próxima vez).

Seamos agradecidos a diario, despertándonos ilusionados ante una nueva oportunidad y conciliando el sueño en gratitud con todo lo que somos y hacemos, en lugar de lo que nos dejamos por hacer…

Soltemos todo eso que creemos y que llamamos control, aceptemos y abracemos la incertidumbre, como lo que es: una puerta diaria mágica que nos brinda el misterio de la vida.

Estás dispuest@ a entrar? 

https://www.youtube.com/watch?v=6qLY3SP73rM ("El día que yo me muera" Rozalén-Versión acústica.)

Otros artículos